28 jun 2011
17 jun 2011
14 jun 2011
Equilibrio rotuliano
Era larguísima la escalera, y ambos nos detuvimos en el tercer o cuarto escalón.
La pared estaba cubierta por una moqueta oscura y áspera. Subí despacio un escalón, y después otro orbitando en sus pupilas.
Éll dobló su pierna y la rodilla me rozó, parecía un imán. Busqué acoplarme en ella.
El pasamanos hizo que no perdiera el equilibrio y mis pies apenas rozaban el escalón.
Suspendida en su rótula, floté.
La pared estaba cubierta por una moqueta oscura y áspera. Subí despacio un escalón, y después otro orbitando en sus pupilas.
Éll dobló su pierna y la rodilla me rozó, parecía un imán. Busqué acoplarme en ella.
El pasamanos hizo que no perdiera el equilibrio y mis pies apenas rozaban el escalón.
Suspendida en su rótula, floté.
7 jun 2011
Los cuatro
El trayecto fue una larga recta en la oscuridad. Como en una atracción sólo veía a través del marco de la luna delantera y las risas parecían formar parte de la banda sonora de un extraño videojuego. No tenía miedo.
Olivier y Fred delante y nosotras detrás.
Recuerdo una carcajada continúa fundida en el negro de las ventanas, y un olor químico que nos envolvía y transportaba a una enorme duna. Pequeños granos de arena cubrían los cuerpos al lado del mar.
Olivier y Fred delante y nosotras detrás.
Recuerdo una carcajada continúa fundida en el negro de las ventanas, y un olor químico que nos envolvía y transportaba a una enorme duna. Pequeños granos de arena cubrían los cuerpos al lado del mar.
6 jun 2011
“Parece que últimamente todo va de agujeros”
“Parece que últimamente todo va de agujeros”, pienso todas las mañanas en la ducha, desde que el fontanero abrió un enorme roto en el techo del baño, justo encima de mi cabeza.
El pie izquierdo roza el desagüe con el agua saliendo en espiral y encima aquel hueco que me obliga a mirar constantemente. Mi cuerpo como eje entre ambos huecos, uno que me perturba y el otro, el pequeño, por donde diariamente circulan pequeñas emociones.
El pie izquierdo roza el desagüe con el agua saliendo en espiral y encima aquel hueco que me obliga a mirar constantemente. Mi cuerpo como eje entre ambos huecos, uno que me perturba y el otro, el pequeño, por donde diariamente circulan pequeñas emociones.
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